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Hace 5 años, un grupo de jóvenes entre 15 y 18 años, alumnos de la Escuela de Teatro Musical de Petare, tuvimos la idea de crear un Festival. Una Idea, así empezó, una simple conversación entre 4 y 6 chamos. Un día cualquiera, después de un ensayo, eran como las 5 de la tarde, en Petare. Estábamos felices porque habíamos quedado en un Festival de Teatro, habíamos estado ensayando todos los días. Nos acordamos de un amigo que hacía poco no pudo entrar en un Festival de Teatro por no pertenecer a una organización formal. “Pero si ese chamo es súper talentoso y muy trabajador”. Nosotros teníamos un espacio para crear, formarnos y expresarnos, sí, pero “¿Y el amigo de Marta? Él también quería participar y no lo dejaron” “¿Y nuestro compañero de clases?” “¿Y el hijo de María, la que vende el café en la redoma? Él es súper inteligente” “¿La hija de Carmen?” “¿El grupo de teatro de Sandrita?” 

Buscamos, investigamos y preguntamos. Pues la mayoría de los espacios para jóvenes en Caracas tenían demasiadas limitaciones. Al final eran afortunados los pocos que podían entrar y ¿espacios de formación artística gratuitos como nuestra Escuela? Muy pocos, casi inexistentes. Habíamos descubierto una injusticia. 

Entre gritos y emociones nos encontramos con una idea fantástica:

Nosotros vamos a crear un espacio donde quien quiera y pueda, bienvenido sea.

¡Perfecto! Ya tenemos la idea… ¿y ahora qué?

Futuros emprendedores, no les vamos a mentir. Empezar un proyecto puede ser muuuuy difícil. Pero teníamos 15 años y muchas ganas de crear un espacio nuestro, de los jóvenes. Apropiarnos de nuestro futuro, que es nuestro y de nadie más. Donde pudiéramos decir lo que quisiéramos , lo que era relevante para nosotros y más chamos, sin grandes limitaciones. Un lugar para los que no han tenido la oportunidad de explorar su arte, de mostrarlo y mejorarlo. Pero repito, teníamos 15 años y aunque habíamos estudiado teatro por algún tiempo, sabíamos que para expandir el conocimiento de otros jóvenes, teníamos que expandir el nuestro. Y es allí donde se nos prendió el bombillo.

¨ENCUENTRO¨, un espacio de encuentro y formación. Un espacio donde distintos jóvenes y profesionales de distintas áreas y circunstancias sociales puedan encontrarse para crear y aprender en libertad. Intercambiar ideas, conocimientos, opiniones, lo que queramos y como queramos.

Para el primer año buscamos todo lo que estaba a nuestro alcance para iniciar este proyecto. Parecía imposible que unos chamos tan jóvenes pudieran organizar un festival, y lo logramos pero no lo hicimos solos. Y es que no se trataba de mostrar prematuras capacidades, teníamos una necesidad y eso era lo importante. Pedimos mucha ayuda. Pues si bien es verdad que vivimos en un país con circunstancias bastante complejas, Venezuela tiene un mar de personas capaces, que día a día se esfuerzan por no decaer ante la crisis y aprovechan toda oportunidad de apoyar emprendimientos como el nuestro. Es la manera de mantenerse a flote y de impulsar a más personas a trabajar por su país. La clave es ser persistentes y buscar la manera de llamar la atención. Demostrar que vamos en serio.

Nos dieron talleres de producción, trabajamos hombro a hombro con profesionales. Los encargados de la parte técnica, trabajaban junto a los técnicos, los encargados de logística y producción trabajaban con una productora, y así íbamos, aprendiendo, trabajando y cumpliendo nuestra meta. 

Pero como todo trabajo, teníamos que crear reglas y seguirlas. Si algo habíamos aprendido es que nada funciona sin una buena organización. Y si, sacrificamos salidas con amigos, a veces nos acostábamos tarde por hacer los trabajos del colegio y los del festival, teníamos trabajo un sábado en la mañana, se mezclaban muchos deberes y era agotador. Pero aunque a veces no aguantábamos el estrés, estábamos tan comprometidos con lograr nuestros objetivos que solo mirábamos hacia adelante. 

Tuvimos que aprender a llevar un presupuesto, hacer cuentas, hacer inventarios, trabajar con tu equipo. Cosas que quizás nunca imaginamos hacer a esa edad. Y fallamos…. muchas veces, pero estábamos enamorados del proyecto. Ya no había vuelta atrás. 

La primera edición fue pequeña, estuvimos a punto de rendirnos, no conseguimos todo lo que queríamos. Pero…les digo un secreto. Nunca vas a materializar tus ideas tal cual las habías pensado y es que las circunstancias cambian constantemente y  te das cuenta de que se puede lograr con lo poco que tengas a la mano. “Ya crecerá, ten paciencia.” Nos repetíamos. 

Fuimos de puerta en puerta a ver quién nos la abría, llamamos a más chamos que quisieran apoyarnos. Se inscribieron algunos grupos de teatro independientes, tuvimos una obra invitada de a quienes nosotros llamamos “Los Guías”, que son todas esas personas que confiaron en nosotros y nos dieron una oportunidad y con quienes estamos hoy profundamente agradecidos. 

“Los Guías” han sido muchos, los técnicos que nos ayudaron a que no se cayera el teatro, los talleristas que son profesionales que realmente aman el arte , la vecina que nos llevó café, el profe que sacrificó su sábado para ensayar en nuestra casa, los patrocinantes, el jurado, la prensa. Todos ellos. Aunque pudiera parecer un proyecto ambicioso, el ímpetu de todos era real y no dejaba que nada decayera.

Y no lo hemos perdido aún, seguimos cada día trabajando por hacer crecer nuestro querido Festival, que es de ustedes y de todo el que lo necesite. Ya son cinco años de este proyecto que no ha parado desde entonces. Que comenzó en Petare y ahora está en Margarita. “Los Guías” siguen ahí y son muchos más, nosotros somos más. No se pone más fácil con el tiempo, aún hay mucho que aprender, hemos tenido mil y un dificultades en el camino, que si el proyector no sirvió, se fue la luz en plena presentación, no alcanza el dinero para los micrófonos, no tenemos el transporte. El país cada vez nos la pone más difícil pero mientras haya gente, hay festival.

Amerita mucho trabajo pero sobre todo ganas, fuerza y energía. 

No lo pienses dos veces, lánzate al abismo. Puede que hoy caigas en una cama de puyas, pero si no pierdes la fuerza, verás que puedes convertirla en tus sueños. Este es el Festival Juvenil de Artes Escénicas Breve y todo comenzó con un grupo de adolescentes con una idea en la cabeza.

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