Hay que aceptarlo… dentro de esta gran “fiebre del emprendimiento”, de moda en nuestro país hace algunos años, era casi imposible que los jóvenes dejáramos de tomar parte en el posicionamiento como líderes del mañana.
Desde que descubrimos nuestras capacidades para desarrollar una empresa,o trabajar en cosas como la marca personal, una gran lluvia de ideas empezó a hacerse presente en la juventud venezolana. Si observamos con detenimiento, el ímpetu de este fenómeno ha llegado a inspirar a más de un joven emprendedor, escalando en todo tipo de comunidades y espacios.
Seguramente conocerás a más de una persona que venda galletas o tenga una tienda virtual en Instagram. Tampoco es raro tener un amigo que pertenezca a una iniciativa social o proyecto juvenil; porque, como verás, la honda del emprendimiento no se queda en lo comercial, sino que también es capaz de expandirse a las áreas sociales y culturales (como el teatro).
La brecha inter-generacional de los emprendedores juveniles
Algo debemos tener claro; emprender como jóvenes, en la actualidad, es muy diferente a como lo hicieron las generaciones pasadas; no sólo por las condiciones de formación, sino también por las oportunidades que se abrieron para quienes nacimos del 99’ en adelante.
Ante la crisis generalizada, más de uno ha llegado a pensar que “emprender” era mucho más factible en la “Venezuela de antes” que en la de nuestros tiempos (ya sea por las facilidades que brindaba el país o por vivir en otras condiciones socio-políticas). Ante tal planteamiento, me atrevería a decir que no todo es definitivo… depende del ángulo del cual lo veas.
Sabemos que la situación actual puede impedirnos tener acceso a ciertos recursos; sin embargo, eso no es un inconveniente para que los jóvenes dispongamos de otros elementos para lograr el objetivo.
Veámoslo de esta manera: la juventud del siglo XXI dispone de tiempo y goza de vitalidad (elementos fundamentales para un emprendedor), sin mencionar su enorme capacidad para el manejo de las tecnologías. Algunos alegarán que a los emprendedores juveniles solo les haría falta capital para emprender, sin embargo, eso es algo que ellos ya han logrado resolver por sus propios medios, con las famosas alianzas estratégicas y las planificaciones sostenibles.
De hecho, es allí donde radica el factor de reinvención de esta generación; en el saber emplear todas las herramientas que se tienen a la mano y trabajar en equipo para desarrollar proyectos y productos al menor costo posible. Eso, aunado a la gran cantidad de empresas e instituciones que han sabido apostar por el talento de los jóvenes venezolanos, con programas que día a día impulsan el desarrollo de aquellos que deseen emprender y empoderarse de su realidad.
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Algo que pocas personas suelen recordar, es que la palabra emprender viene de empresa, y que todo emprendedor (según la transitividad de la argumentación) es, por consiguiente, un empresario en gestación.
Por eso, con mucha frecuencia, se dice que el futuro está en manos de los jóvenes y lo que estos hagan con su presente. Nadie tiene la certeza de lo que está por venir, pero quiero apostar a que los jóvenes emprendedores seremos los líderes y empresarios del mañana.
Si no estás tan convencido aún, echa un vistazo… Los muchachos que crearon la plataforma web, en la que estás leyendo estas palabras, ya están encaminados en ser el mejor Festival Juvenil de Artes Escénicas Breves. Ellos descubrieron que el teatro y el emprendimiento pueden ser combinados en una sola fórmula para impulsar el desarrollo cultural de una población.
¡Sigamos trabajando… dándole más fuerza al futuro!