Y así como así comienza esta historia, un pequeño capullo lleno de muchos sueños algunos rotos, otros incompletos y unos pocos cumplidos, hoy recuerdo el aleteo de esa mariposa quizás no se con exactitud que me atrapo, su color vibrante o sus alas, vi que volaba con toda libertad, en paz, única, sin prisa, sin ataduras, sin miedo.
El corazón desbocado, sin mirar consecuencias. No mide, no escucha, muda solo quiere decir aquello…lo prohibido, pero necesario, esclava y encadenada pero mantiene su mirada al frente recordando un pasado que quizás pronto será su futuro.
Palabras ahogadas, huérfana, un azote, cada alcabala un dolor. Solo se suspira en medio del silencio, una lagrima que nunca voto.
Vistió de gala una vez más, pensado que no ha todas les queda bien, porque ella sabe muy bien que siempre sobresale y destaca, Anhelo de ti lo que aun no tengo…VENEZUELA.